latigazo cervical accidente trafico

Problemas cervicales tras sufrir un accidente de tráfico

El dolor cervical suele ser una causa frecuente que aparece tras sufrir un accidente de tráfico. Indiferentemente de si la colisión se produce a baja velocidad, suele tratarse de un rasgo típico que se sufre al estar expuestos a un movimiento brusco.

Este tipo de problemas es habitual que lo sufra tanto el conductor del vehículo como el acompañante o acompañantes. Dependiendo de la violencia del golpe y del conjunto de fuerzas ejercidas en el momento del accidente de tráfico sobre el cuello la afectación de la zona puede ser mayor o menor. En cualquier caso siempre se recomienda acudir de inmediato a un profesional que pueda diagnosticar el grado real de la lesión y su tratamiento inmediato. Como peritos especializados en accidentes de tráfico recomendamos tener en cuenta los aspectos siguientes.

Qué hay que tener en cuenta

Lo primero que se debe de tener en cuenta es que se trata de un lesión que precisa valoración médica. Por ello, se deberá ir al hospital, a la sección de urgencias y especificar con claridad que la lesión se ha producido fruto de un accidente de tráfico.

En ese momento podremos tener una valoración inicial. Normalmente se tratará de una radiografía, una exploración manual así como la propuesta de un tratamiento basado en medicamentos. Los calmantes ayudarán a reducir el dolor y los antiinflamatorios permitirán que la zona afectada diminuya su volumen.

Este tratamiento inicial tiende a dura de media entre 48 horas y 1 semana. Tiempo suficiente para que la medicación haga efecto y un profesional médico pueda valorarnos.

Recuperando la movilidad

Es importante recuperar la movilidad de forma paulatina, es decir, poco a poco y siempre con el apoyo de un profesional. Aunque pasados unos días o una semana podamos empezar a mover el cuello, deberemos de hacerlo siempre con mucho cuidado, evitando tensarlo y cargar pesos sobre nuestros brazos.

Para asegurar que nuestra recuperación va por el buen camino, la mejor opción es confiar en la mano de un profesional. Un fisioterapeuta podrá realizar una evaluación y un seguimiento, así como trabajar la zona afectada y proponernos ejercicios de mejora.

Existen otras disciplinas paralelas a la fisioterapia que pueden ayudarnos en la recuperación, pero siempre debemos de cerciorarnos de los beneficios que nos comporta y de que estamos siendo atendidos dentro de unas prácticas seguras.