Consejos para conducir con vientos fuertes
El viento, junto con la presencia de la nieve en la calzada, es uno de los principales causantes de accidentes en las carreteras españolas, especialmente dificulta la conducción en invierno. Según la DGT, cada año suceden en España cientos de accidentes motivados por fuertes ráfagas de viento en la carretera. Conducir con vientos fuertes requiere una serie de medidas especiales de seguridad. Los vendavales producen salidas involuntarias del carril, pérdida de control sobre la dirección del coche o lo que se conoce como efecto pantalla. Este fenómeno afecta principalmente a vehículos de gran tamaño pero también afecta a los coches más pequeños.
Otra consecuencia importante del viento es la reducción en la visibilidad y el arrastre de objetos hacia la carretera. Además, se crea una fuerza invisible que afecta la conducción, empujando o retrasando la marcha con graves consecuencias. Ante un aumento de la velocidad del viento, durante un temporal o por ráfagas intempestivas en la vía, debemos tomar precauciones. Veamos las medidas más efectivas para reducir el riesgo de accidentes con estas condiciones.
4 tips de seguridad claves en la conducción con viento
Algunas veces, escapar de una ráfaga de viento es prácticamente imposible, pues se producen de manera repentina y sin aviso. En otras ocasiones, el viento es parte de temporales de lluvia y otros fenómenos meteorológicos. Frente un aumento repentino de la velocidad del viento, debemos:
Agarrarnos muy bien al volante
Mantener la estabilidad en la dirección del coche es la principal medida de seguridad ante una ráfaga de viento intempestiva y violenta. Esto mantiene una dirección contínua y lo más recta posible sin giros bruscos o cambios de dirección abruptos.
No adelantar ni aumentar la velocidad
A veces, nuestra prisa por salir lo antes posible de la zona de influencia del viento nos lleva a cometer imprudencias. Muchos conductores en su afán por salir de la situación aumentan la velocidad y adelantan otros coches en la vía. Esta acción puede producir pérdidas de la estabilidad de la dirección, causando salidas del carril, derrapes o volcamientos. Lo más recomendable es mantener la distancia entre vehículos y una velocidad estable.
Los 3 puntos más peligrosos
Los peritos en accidentes han detectado tres puntos álgidos en la conducción con viento:
- Las salidas de túneles
- Al salir de zonas urbanizadas, especialmente con edificios altos
- Al adelantar camiones o vehículos de gran tamaño
Estos elementos producen barreras contra el viento que pueden sorprendernos al abandonar su protección, debemos extremar las precauciones en estos puntos.
Mantener la dirección
Es recomendable mantener una suave presión del volante en dirección contraria al viento para contrarrestar sus efectos. Esta presión debe ser muy ligera para no producir un movimiento de las ruedas que afecte la direccionalidad del coche.
Mantener una marcha y una aceleración constante, reducir la velocidad, así como atender a las señales de alerta, son las mejores precauciones ante vientos fuertes. Muchos peritos especializados en la reconstrucción accidentes recomiendan mantener la calma y de ser posible, parar en un punto seguro hasta que las condiciones externas mejoren.