Accidentes con vehículos de alquiler ¿Qué hacer?

Accidentes con vehículos de alquiler ¿Qué hacer?

Nervios, prisas, desorientación, inseguridad… Si alguna vez ha sufrido un accidente de tráfico estas sensaciones serán familiares. Nunca es agradable tener que afrontar una situación así, pero lo cierto es que en el cómo reaccionar está la clave para no precipitarse y hacer algo que le pueda perjudicar en el futuro, y más cuando alguno de los vehículos implicados es un vehículo de alguiler.

Generalmente cuando una persona alquila un vehículo lo último que piensa es que puede sufrir un accidente con él, lo cual es un gran error porque en la mayoría de los casos de reconstrucción de accidentes de tráfico, las personas implicadas no sabían el protocolo a seguir en caso de accidente con estos vehículos. Conocer este protocolo a seguir puede ser de gran ayuda para evitar males mayores con el seguro de un vehículo de alquiler.

Si nos centramos en las cifras, alquilar vehículos es una práctica cada vez más extendida por diferentes motivos, siendo superior a 200.000 vehículos la cifra que las empresas de alquiler de vehículos pusieron a disposición de los españoles solo en el año 2016.

A esta cifra, ya de por sí sorprendente, hay que añadir el dato de que los vehículos de alquiler sufren de media un 60% más de accidentes que los vehículos particulares. Esta circunstancia se da principalmente por dos motivos:

  • Los usuarios de vehículos de alquiler suelen circular por entornos desconocidos para ellos, como por ejemplo ocurre cuando se está en una ciudad de viaje.
  • Estos usuarios tampoco conocen el vehículo que conducen, llegando a tener dudas o problemas para los controles más básicos.

Aún con estos datos demoledores, la mayor parte del público de estas empresas se afanan en encontrar la oferta más barata, sin tener en cuenta que esto suele conllevar el seguro más básico, que a su vez cubrirá ínfimas coberturas. En este sentido, conviene saber que todas las compañías de alquiler de coches ofrecen la posibilidad de contratar un seguro a todo riesgo, aunque no todos hacen uso de él.

¿Qué hacer si sufro un accidente con un vehículo de alquiler?

En primer lugar, no hay que olvidar que al margen del vehículo lo primero y más importante son las personas. En este sentido no debemos olvidar el protocolo PAS (Proteger, Avisar y Socorrer).

Una vez todos los implicados estén fuera de cualquier peligro, será el momento de recurrir a la empresa arrendataria del vehículo para comentar lo ocurrido. En este punto ya conviene saber qué condiciones cubre el seguro contratado, ya que muchas compañías incluyen la asistencia en carretera.

Podemos ser redundantes con conocer las condiciones contratadas, pero es que realmente es algo muy importante. Algunas compañías incluso exigen un parte policial o atestado, por lo que no disponer de él puede ocasionar desagradables sorpresas. Una vez todo esté claro, será el momento de rellenar el parte de accidente.

Llegados a este punto, conviene recordar que este parte debe estar presente en el vehículo, por lo que revisar la guantera o similares en su busca nada más recibir el vehículo de alquiler nunca está de más.

¿Quién es responsable de un accidente con un vehículo de alquiler?

Accidentes con vehículos de alquiler ¿Qué hacer?

En un principio la empresa de alquiler es la responsable tanto de los daños humanos o a terceros como de los daños del coche o materiales. Pero esto no quiere decir que el usuario final no deba pagar nada. Dependerá en este sentido del tipo de seguro que esté en vigor.

La gran mayoría de los coches de alquiler llevan incluido en su precio el seguro más básico. Este es el motivo por el que a la hora de recoger el coche inmovilizan una cantidad de su tarjeta de crédito en lo que denominan “franquicia”. Es decir, en caso de accidente esa cantidad no será liberada salvo contratación de pólizas de seguro que sí cubran este tipo de accidentes de tráfico.

Especialmente en época de vacaciones, puede darse la circunstancia de que los accidentes sucedan en vías no asfaltadas, senderos o caminos propios de algunas playas o zonas de montaña… Lugares en los que ni el seguro más completo presta cobertura.

Obviamente, en todo momento partimos de la base de un accidente de tráfico en circunstancias normales. Si el responsable se encontrase bajo los efectos de alguna droga o cometiese algún tipo de negligencia no sólo existirán problemas con el seguro sino todo tipo de responsabilidades legales.

En este sentido, conviene saber que algunas compañías de alquiler de vehículos pueden llegar a cobrar una cantidad extra en función de los días que el vehículo siniestrado esté en el taller. Un motivo más para estar completamente seguro de qué es lo que se está alquilando concretamente antes de encender el contacto del coche.

¿Qué ocurre después de un accidente con vehículos de alquiler?

Accidentes con vehículos de alquiler ¿Qué hacer?

Lo que ocurre una vez pasado el accidente depende en gran medida de las pólizas y coberturas contratadas. Si se ha contratado una exención de responsabilidad de daños por colisión es la circunstancia donde más tranquilo se puede estar. En caso contrario, lo normal es que la franquicia sea inmovilizada hasta que se determine la cuantía de los daños y la responsabilidad de los mismos.

Las empresas aseguradoras pueden tardar entre uno y dos meses para dar una respuesta en estos casos, ya que además de todo el papeleo entran los estudios y los especialistas en reconstrucción de accidentes de tráfico, que deben realizar sus labores para discernir responsabilidades.

Es fundamental que en todo este tiempo se tenga presente el parte de accidente o, si lo hubiera, el atestado policial. De hecho, recomendamos que se realicen copias del mismo dada la importancia del documento.

Puede darse el caso de que haya que pagar una franquicia con el dinero de la fianza o incluso de su propio bolsillo, para que posteriormente sea abonada la cantidad por parte de la aseguradora. Esto sucede porque en el caso de los vehículos de alquiler los seguros se comportan de una forma distinta a la habitual.